Muchos nos preguntan cuáles son las razones que han convertido al nuevo Peugeot 3008 PHEV en el vehículo híbrido enchufable más vendido de 2022 en toda España. Os dejamos con un artículo de Nius Diario, en el que lo explican perfectamente. Si quieres más información o deseas probar este coche que ha revolucionado el mercado español. Te esperamos eN Tumasa Huesca y Monzón, donde tenemos las mejores ofertas de lanzamiento y podrás hacer una prueba dinámica sin compromiso.
-
Se ha coronado en el primer semestre del año como el líder de ventas de su categoría, título refrendado en el mes de junio
-
Las sensaciones de conducción, el espacio en el habitáculo, su estética impactante y el elevado equipamiento de serie son sus mejores virtudes
El Peugeot 3008 híbrido enchufable se ha coronado en el primer semestre del año como el líder de ventas de su categoría, con una cuota del 7,1% en España. En junio ha sido el más matriculado con 249 ventas. Así que hemos querido saber por qué este todocamino se está ganando la confianza del comprador patrio en el segmento de los coches eléctricos que más peso tiene en nuestro país, que son los híbridos enchufables.
Para empezar esta versión probada cuenta con la etiqueta Cero Emisiones de la DGT, un “título” cada vez más ansiado por los conductores por obra y gracia de esas Zonas de Bajas Emisiones que el año que viene entrarán de ello en muchas ciudades de nuestro país.
Y vamos a desvelar ya aquí un par de “secretos” que luego desarrollaremos: es un coche con una estética moderna y llamativa, aunque de cierta elegancia; aporta una excelente dinámica que destaca ligeramente entre los todocamino de su tamaño y además cuenta con un buen espacio en el habitáculo para los pasajeros.
Cómo es
Hoy hablamos del Peugeot 3008 GT Hybrid 225 CV e-EAT8. Esta es la versión de 224 CV de potencia y cuya autonomía eléctrica está homologada en 55 km, dato por el que obtiene la Etiqueta 0 a la que antes aludíamos. Ojo porque hay otra versión más potente (300 CV) que no alcanza esa homologación y por tanto no logra la etiqueta.
– Mide 4,44 metros de largo por 1,84 m de ancho por 1,62 metros de alto. Su batalla se alarga hasta los 2,67 metros. Pesa nada menos que 1.835 kilos (la batería, una vez más).
– Su maletero también acusa el “efecto batería” quedándose en 395 litros, aunque cuenta con un par de huecos bajo la bandeja para portar los cables de carga. Aquí apuntaremos que viene de serie solo con el cable de carga doméstica y con un segundo cable de carga a una potencia máxima de 3,7 kW. Si queremos uno con el que cargar a su máxima potencia (7,4 kW) hay que comprarlo por 400 € aparte. Con este último la carga completa se realiza en 1,45 horas.
– Algo que nos ha parecido muy interesante es su altura libre al suelo, de 21,9 centímetros. Eso puede salvarnos de muchas dificultades en paseos por fuera del asfalto. Pero también su une a una buena suspensión para eliminar problemas de baches y “guardias tumbados” (esos resaltos enormes de las “urbas”) si un día no los vemos con suficiente tiempo como para frenar. Aparte, sus ángulos todoterreno son de 20 grados el de entrada y 26 grados el de salida. No están mal.
– Cuenta con dos motores. El de combustión a gasolina cuenta con 181 CV y el eléctrico 11 CV. Como no entregan nunca la potencia al mismo tiempo, su combinación de potencia máxima se queda en 224 CV y un par de empuje de 360 Nm que están muy bien. Inyección directa, turbo, automatismo de arranque y parada… El motor de combustión es muy solvente.
– Su tracción es delantera y la caja de cambios, automática de 8 relaciones por convertidor de par con levas en el volante. Cuenta con frenos de disco que son ventilados sólo en el eje delantero.
– El equipamiento es muy elevado y completo, tanto en asistentes a la conducción, como en el apartado de conectividad e infoentretenimiento. Sólo quedan en opción cosas un tanto de capricho como el control de estabilidad del remolque o el asistente de visión nocturna o el techo practicable.
Cómo va
Lo cierto es que las sensaciones dinámicas de este Peugeot 3008 híbrido enchufable son uno de los apartados más destacables del coche. No es un deportivo, evidentemente, pero tiene tres modos de conducción, uno híbrido que se conecta por defecto al arrancar, uno que fuerza la conducción 100% eléctrica y otro “Sport” , que ofrece algunas sensaciones más. Con 225 km/h de velocidad punta y una aceleración 0-100 km/h de 8,7 segundos, el modelo se comporta muy bien en este sentido.
El espacio interior es otra de sus virtudes. Tanto delante como detrás la sensación de amplitud del habitáculo manda claramente. En las filas posteriores el espacio para rodillas y para cabeza es abundante e incluso la quinta plaza -central trasera- es mucho más utilizable que otras gracias a la ausencia de túnel central en su suelo. Los asientos traseros no son reclinables ni su banqueta se desplaza longitudinalmente.
Otra cosa es el maletero, que queda algo justo frente a sus competidores con solo 395 litros, aunque puede ampliarse al plegar los asientos traseros para alcanzar hasta 1.357 litros. Sin embargo, tras el reposabrazos central trasero hay una trampilla que da acceso al maletero.
En cuanto a la autonomía eléctrica, nos sorprendió ya que con la carga completa nos ofrecía 38 kilómetros, en lugar de los 55 homologados por la marca. Con la mayoría de la conducción en eléctrico efectuada en el modo de marcha B (se coloca con la palanca de marchas central) cumplimos esos 38 kilómetros. No es un dato destacable. Después, solo en modo térmico (más el apoyo eléctrico solo de las recuperaciones) las medias que hicimos fueron de entre 7,3 y 7,6 l/100 km en autopistas y carretera nacional y de 14,5 litros a los cien en ciudad. Esto último nunca debería de pasar, ya que en ciudad siempre deberíamos circular en eléctrico. Siempre que hablamos de un enchufable suponemos que su dueño va a tener un punto de carga o un modo alternativo de recarga eléctrica todos los días a su disposición, ya que de otro modo no tienen sentido este tipo de coches. Con esos cerca de 40 km en modo eléctrico es muy posible que solventemos el día a día sin consumir gasolina.
Su estética sí que es un apartado en el que brille, con una presencia imponente, una parrilla muy moderna y “astronómica” con esos puntos de fuga que la caracterizan y un techo que parece flotar. En general resulta muy agraciado y “entra por el ojo” con facilidad. Casi más en su interior, donde resulta fresco y moderno sin pasarse.